La Real Academia de la Lengua Española (RAE), define "magia" como, arte o ciencia oculta con que se pretende producir, valiéndose de ciertos actos o palabras, o con la intervención de seres imaginables, resultados contrarios a las leyes naturales.
Fernando Alonso fue magia en el Circuito de las Américas. No "hizo magia"; fue magia. Recuperó la versión que el cantante Melendi tiene de él.
En una pista como esa rebasar no es nada fácil, casi contrario a la ley natural de ese asfalto. Lo sabía él y lo sabía el equipo, pero demostró -otra vez- que va sobrado de capacidad para lograrlo.
El Gran Premio de Estados Unidos parecía misión imposible para él. Arrancaba decimocuarto porque Alpine decidió que era un buen fin de semana para ponerle un motor de combustión interna y fue penalizado con cinco posiciones por eso.
Su objetivo no era demasiado ambicioso, más o menos similar al de toda la temporada: octavo o noveno. Puntos seguros y seguir peleando con McLaren por ser "el mejor del resto", no mucho más.
Empezó bien. Sabía que el reto era grande. 11 vueltas tardó en meterse al top 10 después de que Valtteri Bottas entrara a pits. La remontada que quería, la remontada que tenía.
El Plan estaba saliendo más o menos como esperaba, hasta que Lance Stroll le dio una 'bienvenida adelantada'.
Choque con su nuevo compañero
Se corría el giro 23 cuando se lanzó al rebase de quien será su compañero en Aston Martin en 2023. Quería superar el octavo lugar y ser séptimo, pero Stroll no se lo permitió.
El golpe hizo suponer 'lo peor de lo mejor', es decir, el abandono. Otro más, el número cinco del año. Pero Alonso es mucho Alonso y decidió seguir peleando.
Fue a pits a recuperarse (no sin antes saber que Lance sí había salido de la competencia) y volvió con una misión todavía más dura: avanzar desde el decimoseptimo lugar.
Remontada mágica
Y poco a poco lo fue logrando. 10 rondas después ya era decimotercero, todavía no en los puntos, pero más cerca.
Otra vez, 10 después se ponía séptimo y lo hacía de forma especial: rebasando a Esteban Ocon. Las luchas intestinas del inicio de la temporada quedaban ahí y el francés no oponía resistencia.
Luego vino el adiós a Kevin Magnussen y un sexto lugar que parecía un sueño del que sólo Lando Norris se atrevió a despertarlo. Al final acabó séptimo.
Su primera remontada de la tarde fue de siete lugares; la segunda, de 10. Como su carrera, de 10.
"La mejor carrera del año"
Fernando acabó satisfecho. Asumió esta prueba como la más destacada que ha tenido en un complicado 2022.
Sufrió con el accidente con Stroll, pero se sobrepuso e hizo lo que era improbable para la mayoría, pero casi natural para él: magia.
"Es la mejor carrera del año. Muy física también. Las últimas vueltas iba empujando como vueltas de crono. Pero el susto todavía lo tengo en el cuerpo", expresó después de la competencia.