Cuando Carlos Sainz tenía 11 años decidió que su ídolo se llamaba Fernando Alonso y que quería emularlo. Todavía no ha ganado los dos títulos de Fórmula 1 de su compatriota, pero ya tiene una carrera a su nombre y pudo abrazar a su referente después de lograrlo.
Él y su entorno saben y reconocen públicamente que le deben mucho a la imagen que Alonso generó cuando la pubertad se asomaba. Miles de psicólogos han explicado que esa etapa es fundamental para que el ser humano desarrolle su propia identidad y Carlos no ha sido la excepción.
Todo sucedió el 8 de mayo de 2005 en Cataluña. El madrileño admite que ahí fue cautivado por la forma de conducir de su compatriota, que por esos años -de acuerdo con periodistas y pilotos- hacía crecer la F1 en España.
Esa tarde de primavera Fernando acabó en segundo lugar, a 27.652 segundos de Kimi Raikkonen. Le dio para mantenerse en la cima del Campeonato de Pilotos y entusiasmar a un país que soñaba con la gloria en un deporte que empezaba a gustarle mucho.
"Yo le conocí en 2005, en el Gran Premio de España, en Barcelona. Cuando volví a casa, le dije a mi padre: ‘Papá, quiero ser como Fernando Alonso algún día'", contó el conductor del Cavallino Rampante.
Carlos Sainz Sr. reconoce el apoyo
El padre y homónimo del ganador de la carrera en Silverstone admitió después del histórico logro que El Nano ha sido fundamental para su hijo y que más allá del gesto tras la carrera, ha tenido otros significativos con él.
“Él siempre le ha apoyado y ayer me envió un mensaje muy cariñoso por la pole de Carlos. Alonso sabe lo difícil que es ganar en F1 y lo valora”, reveló.