Hará falta un pequeño milagro para que Charles Leclerc pelee por la victoria en Montreal. Fue penalizado con 10 puestos en la parrilla tras la sustitución de su turbo.
Ferrari se está llevando la peor parte de su falta de confiabilidad en estos días. El pasado domingo en Bakú, Carlos Sainz se retiró por problemas hidráulicos mientras que Leclerc vio cómo su unidad de potencia se desvanecía.
Charles Leclerc, castigado con 10 puestos en la parrilla del GP de CanadáLeer más
El turbocompresor del F1-75 monegasco ha sido reemplazado, obligando a la Scuderia a exceder el número autorizado (tres). Por lo tanto, la sanción era inevitable.
La lucha por el título parece lejana en este momento. Tras el Gran Premio de Azerbaiyán, Leclerc se sitúa a 34 puntos de Max Verstappen mientras que Sergio Checo Pérez ocupa la segunda plaza de la clasificación general provisional. Y eso sin mencionar que es posible que los problemas de confiabilidad aún no se hayan resuelto.
“Este castigo era lo mejor que se podía hacer ahora. Veremos cómo va”, expresó Charles tras conocer el castigo.
"Aunque Verstappen anda bien, me siento al 100"
Leclerc montó mucho con los neumáticos blandos, lo que podría significar que se podrían realizar muchas paradas en el circuito de Gilles Villeneuve.
"Hasta ahora ha ido bastante bien aquí en Montreal, pero estoy esperando a ver qué pasa. Max fue muy rápido el viernes, así que ahora tenemos que hacer nuestro mejor esfuerzo para igualar y superar el ritmo que tiene aquí", reconoció.
En el mejor de los casos Leclerc partirá el domingo desde la decimoprimera posición en la carrera (si es que gana la pole position), lo que empuja a Ferrari a querer cerrar la primera fila este sábado en la calificación. El objetivo es claro: situar a Sainz al frente de los Red Bulls en la salida. Lo cual no será una tarea fácil.