El director del equipo Mercedes Toto Wolff ha revelado un duro trabajo para reducir la debilidad del W13 antes del Gran Premio de Azerbaiyán.
El equipo alemán tuvo un comienzo de temporada difícil y después de que pareció mejorar en España, Mónaco se convirtió en otro fin de semana difícil. George Russell y Lewis Hamilton terminaron quinto y octavo.
Si bien la marsopa ha sido un problema constante este año, en el Principado, el hubo una forma diferente de rebote causada por la rigidez de la suspensión del W13.
"Nos dirigimos a Bakú revitalizados después de un agitado fin de semana en Mónaco, marcado por banderas rojas, retrasos y clima cambiante. Anotamos algunos puntos importantes, pero fue posible hacerlo mejor durante el fin de semana", avisó Wolff.
En ese sentido aseguró que tienen muchos planes para que el coche esté en mejores condiciones y eso se traduzca en resultados.
"Con otro circuito urbano en Bakú, el equipo ha trabajado duro para analizar ambas carreras e identificar áreas en las que podemos innovar para avanzar", apuntó.
"La carrera será loca y divertida"
El Gran Premio de Azerbaiyán a menudo ha arrojado resultados sorprendentes, con el podio del año pasado -Sergio Checo Pérez, Sebastian Vettel y Pierre Gasly- destacando las oportunidades que pueden presentarse.
Mercedes ha ganado sólo tres trofeos en lo que va de la temporada, todos de tercer lugar, y Wolff tiene como objetivo fortalecer ese récord el domingo.
"Bakú a menudo produce carreras divertidas y locas, el diseño genera buenas oportunidades de carreras. Así que veremos si está a la altura de su reputación este fin de semana", concluyó