Las Vegas ha sido anunciada como sede de un nuevo Gran Premio en 2023, una prueba de Fórmula 1 bajo las luces de neón de los casinos y hoteles que adornan el famoso Strip.
Ubicaciones famosas como Caesars Palace, The Bellagio, Flamingo y The Wynn formarán el telón de fondo de lo que podría ser la carrera más espectacular del calendario.
Pero ha habido algo de escepticismo en la respuesta al anuncio, con la elección geográfica de tener tres carreras en un mismo país como un tema clave.
Aquí explicamos por qué Las Vegas es un lugar fantástico para el Gran Circo, por qué la geografía tiene mucho sentido y por qué la carrera ayudará a que el deporte cumpla con los objetivos de exposición.
La F1 encuentra un "nuevo Mónaco" en Estados Unidos
Soy el mayor defensor del Gran Premio de Mónaco y todo lo que representa la carrera, dada la historia de la Máxima Categoría del Automovilismo en el Principado.
Mónaco paga la tarifa más pequeña por ser parte del calendario: 15 millones de dólares, en comparación con nuevos grandes éxitos en el calendario como Arabia Saudita, que se entiende que paga 55 millones por año.
Entonces, para la F1, Las Vegas presenta la oportunidad perfecta para dar paso a una versión moderna del circuito histórico: una pista callejera con oportunidades de adelantamiento en el corazón de uno de los destinos vacacionales más buscados durante un fin de semana tradicional.
Mónaco tiene lugar alrededor de las festividades del Día de la Ascensión, mientras que el evento de Nevada está programado para el fin de semana de Acción de Gracias.
Podría ser un verdadero ambiente de fiesta para el serial. Desde esta perspectiva, el acuerdo es obviamente positivo para el deporte.
Tres carreras en Estados Unidos no son un problema
'No se pueden tener tres carreras en un solo país' ha sido la principal crítica al acuerdo en las redes sociales.
Sí, la Fórmula 1 está haciendo todo lo posible para establecer un bastión en el mercado deportivo de Estados Unidos y el éxito de la serie de Netflix 'Drive to Survive' ha acelerado ese crecimiento, hasta el punto de que una multitud récord asistió al Circuito de la Américas de Austin el año pasado para el Gran Premio de Estados Unidos.
Aunque está claro que la incorporación de Las Vegas se basa en la expectativa creada en el país, la cercanía geográfica con las otras dos pistas estadounidenses en Austin y Miami está lejos de ser una preocupación.
Las Vegas y el COTA están separados por 1,083 millas, mientras que hay 1,113 millas entre la sede de Texas y Miami.
Estableciendo un radio de 1,100 millas alrededor de COTA, por lo tanto, solo a Las Vegas, Miami y la Ciudad de México son las otras sedes de la F1 dentro de su alcance.
Ahora comparemos eso con Europa. Seleccionando Monza como epicentro, los siguientes circuitos se encuentran dentro de un radio de 1,100 millas: Silverstone, Paul Ricard, Zandvoort, Spa, Barcelona, Mónaco, Red Bull Ring, Hungaroring e Imola.
También dentro de ese radio se encuentran Portimão, Nurburgring, Hockenheim y Mugello, que han albergado grandes premios en las últimas tres temporadas.
Por lo tanto, es absurdo que alguien critique la ubicación de la carrera de Las Vegas en relación con las otras dos carreras estadounidenses.
Se potenciará la exposición
Como se explicó anteriormente, Las Vegas es un destino de vacaciones que tiene una exposición mundial. Al igual que Miami, tiene un atractivo más allá de un fin de semana de carreras, lo que garantiza más estabilidad.
Hemos visto la caída de lugares de carreras prometedores como Corea del Sur debido a una mala ubicación, algo de lo que Las Vegas no debe preocuparse.
Con el objetivo de la F1 de introducir un mercado más joven al deporte, el público objetivo de 21 a 30 años de edad estará ansioso por conseguir boletos para Las Vegas y aprovechar una semana de su experiencia, ver espectáculos, ir a los casinos y ver los lugares de interés.
Es un paquete que casi ninguna otra carrera puede ofrecer. El hecho de que el Strip albergará un tramo plano de la pista de carreras es de vital importancia, ya que elimina los temores de un circuito de estacionamiento aburrido como en la década de 1980.
El horizonte hace que la carrera sea 'amigable para Instagram', lo que, si bien es agradable para el espectador, seguramente marcará tendencia en la F1 en la plataforma de redes sociales y alentará a los no fanáticos de la categoría a participar.
La Fórmula 1 ha puesto todo su dinero en rojo y, desde donde estamos parados, parece que el premio está a punto de llegar.