La reciente normativa de la FIA para sancionar el mal comportamiento ha desatado una gran polémica en la Fórmula 1 y existen preocupaciones por Lewis Hamilton.
Juan Pablo Montoya advierte que expulsar a un piloto por infracciones reiteradas será una tarea especialmente complicada para los aficionados y organizadores de los eventos.
Aun antes de que comience la temporada 2025, ya se vislumbra el primer gran conflicto del año. La controversia se centra en unas nuevas directrices sobre el comportamiento de los pilotos y las sanciones extremadamente severas que les acompañan.
La entidad reguladora sorprendió este miércoles con un largo listado de medidas destinadas a frenar a los pilotos más polémicos. Así, tras tres infracciones en dos años, el infractor podría enfrentarse a una multa, a la pérdida de puntos en el campeonato y hasta a una suspensión de un mes.
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Organizadores y patrocinadores
El último punto genera preocupación sobre cómo se ejecutarán estas medidas en la práctica. Montoya se pregunta con vehemencia: "¿Cómo reaccionará la organización de una carrera si el líder del campeonato mundial es excluido y, por tanto, no asiste al evento? ¿Cómo responderán los patrocinadores?".
Según él, muchos pensaban que penalizar los insultos sería beneficioso, ¡pero ahora la situación se vuelve insostenible!
Montoya expone su visión: "Si se tratara de Magnussen, un piloto con un perfil menos mediático, la repercusión sería mínima. Pero imagina que Lewis Hamilton sea excluido de su Ferrari por haber insultado o cometido un error grave. ¿Cómo reaccionará el público? Nadie querrá dejar de verlo competir", destacó.
"Seguramente se modificarán las reglas, ya que no se puede permitir que, por ejemplo, Lewis se pierda el Gran Premio de Gran Bretaña. Es fundamental que estas normas sean justas para todos", finalizó.
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