Gracias a la excelente labor de Julian Jakobi, representante de Checo y que en su momento trabajara también con leyendas como Ayrton Senna y Alan Prost, el piloto mexicano tiene un blindaje absoluto en el equipo austriaco.
En caso de que Red Bull quisiera deshacerse de Checo, tendría que pagar nada menos que la significativa cantidad de 32 millones de dólares al mexicano, 22 de estos por el simple hecho de despedirlo y 10 más en caso de no tener un asiento la siguiente temporada.