Impotente y frustrado: así fue el fin de semana de Verstappen en Italia. Al igual que en Zandvoort, Red Bull no tuvo nada que decir contra McLaren. Además, la formación austriaca en Monza también tuvo que dejar paso a Ferrari y Mercedes, que también eran claramente más rápidos que el RB20.
El sábado tuvo lugar en Red Bull una reunión importantísima en la que se discutió el futuro a corto plazo. ¿Cómo se asegurará el equipo de Milton Keynes de que ambos campeonatos no se les escapen de las manos? Verstappen ya dijo que ya no es realista pensar en ambos campeonatos en este momento, porque el coche simplemente está demasiado lejos desde el nivel deseado.
La conversación del sábado con las mentes brillantes de Red Bull tenía como objetivo abordar este problema lo más rápido posible.
"No es fácil hacerlo muy rápido. Entonces el coche vuelve a ser más manejable, para todos estaba claro lo que tenemos que hacer. Ahora tenemos que cambiar de rumbo", declaró.
Pero por el momento el coche es un monstruo, dice Verstappen. No debería haber más excusas, afirma. Red Bull ahora tiene que ponerse manos a la obra e intentar salvar la temporada. Tanto para los pilotos como para los constructores. La única pregunta es si no es ya demasiado tarde.
“El año pasado tuvimos un gran coche, el coche más dominante de todos los tiempos, y básicamente creamos un monstruo a partir de él”, agregó.
"Ahora tenemos que cambiar de rumbo. No importa cuántas semanas sean necesarias, sólo tenemos que seguir presionando y trabajando duro. No hay excusa", finalizó.