El fichaje de Carlos Sainz por Williams deja más afectado a Mercedes que a cualquier otro equipo.
Tras quedar sorprendido por la inesperada incorporación de Lewis Hamilton a Ferrari para 2025 en adelante, Carlos Sainz ha pasado los últimos meses combinando su calendario habitual de carreras de Fórmula 1 con el trabajo en el paddock junto a su entorno para asegurar su futuro a largo plazo.
Tras meses de vínculos y conversaciones con equipos como Red Bull, Mercedes y Audi, Sainz finalmente ha confirmado dónde competirá más allá de finales de 2024 al firmar un acuerdo con Williams.
El director del equipo, James Vowles, ha dado un golpe de efecto significativo al asegurarse los servicios del tres veces ganador de carreras, que se vio obligado a aceptar que caer más abajo en la parrilla era inevitable una vez que Red Bull extendió el contrato de Sergio Pérez y Mercedes le informó de que su prioridad era el adolescente de gran prestigio Andrea Kimi Antonelli.
A pesar de los malos resultados de Williams en los últimos años (ha terminado último en la clasificación de constructores cuatro veces desde 2018, terminando la temporada como máximo séptimo en ese tiempo), hay razones para que Sainz sea optimista sobre su futuro con el equipo con sede en Grove.
Desde que se unió a Williams procedente de Mercedes a tiempo para el inicio de la campaña de 2023, Vowles ha realizado importantes cambios entre bastidores en Williams, desde reconfigurar personal clave y potenciar los patrocinios hasta alterar sistemas obsoletos y superar a rivales rezagados en la pista en un corto espacio de tiempo.
Sin embargo, incluso con esos aspectos positivos en mente, Sainz sabrá en el fondo que está dando un importante paso atrás en su carrera. A sus 29 años, eso está lejos de ser ideal.
Como 2025 es la última temporada en la que las regulaciones aerodinámicas y de motores actuales seguirán siendo las mismas, es poco probable que el orden de marcha en la pista cambie mucho. Sainz es consciente de ello y por eso entiende que lo mejor que puede esperar para la próxima temporada son apariciones esporádicas en la ronda final de clasificación y algunos puntos.
Pero a partir de 2026, todo cambia. La eliminación simultánea de las regulaciones aerodinámicas y de motores significa que la F1 experimentará uno de sus mayores cambios en décadas. No se sabe qué equipo manejará mejor esa revolución.
Sin embargo, eso no significa que quienes están dentro de la F1 no puedan hacer conjeturas bien fundamentadas. Los fabricantes de motores que diseñarán la próxima generación de unidades de potencia (Red Bull Powertrains/Ford, Ferrari, Mercedes, Renault, Honda y Audi) han estado trabajando arduamente en el proyecto durante años en esta etapa y se habrán escuchado rumores sobre su progreso.
Dado que la elección final de Sainz se redujo esencialmente a Audi y Williams, su decisión de optar por este último es intrigante.
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¿Qué significa este cambio para Mercedes?
El equipo de fábrica de las Flechas Plateadas ha trabajado duro desde que se implementaron las regulaciones actuales en 2022, alejándose de los líderes Red Bull para convertirse en un equipo de mitad de tabla que compite por los lugares del podio pero que rara vez ha luchado por victorias en carreras y no ha estado en la contienda por títulos de campeonato.
La mala racha ha sido lo suficientemente profunda como para que Hamilton se sienta tentado a marcharse, ya que su confianza en que el equipo podría recuperar el máximo potencial se ha evaporado claramente durante las dos temporadas que ha pasado luchando por conseguir resultados mediocres en la mitad de la tabla.
Sin embargo, con una reciente oleada de victorias, existe cierto debate sobre si Hamilton puede arrepentirse de la decisión.
Sainz está poniendo ahora su futuro en gran medida en manos de Mercedes. Si logran concretar el cambio de reglamento, sus equipos clientes McLaren y Williams también se beneficiarán enormemente. Si no pueden, ninguno de los dos equipos tendrá la oportunidad de competir en los puestos más altos de la parrilla.
Tendría sentido que Sainz apueste por la unidad de potencia de Mercedes en lugar de la versión de Audi. Cuando las unidades de potencia de la F1 sufrieron por última vez una gran renovación en 2014, fue Mercedes la que ofreció la mejor interpretación, superando por completo a sus rivales y consiguiendo dominar a toda una generación.
En comparación, Audi no es sólo un equipo desconocido, sino que carece de experiencia y está atravesando una crisis en lo más alto de su jerarquía a medida que se acerca su entrada en el campeonato.
Si Sainz ha hecho la apuesta correcta, su asociación con Williams podría resultar muy fructífera. Pero quizás lo más importante es que Mercedes podría catapultarse de nuevo al frente de la parrilla a tiempo completo después de años de estar en desventaja.