El ganador del último Dakar confesó en entrevista que su hijo estuvo cerca de tirar la toalla durante la pasada carera en Melbourne: "Le he oído, cuando quedaban 30 vueltas, que ha dicho 'uff, empiezo a estar un poco al límite'.
"Pero creo que la adrenalina te ayuda mucho en esos momentos y también es cierto que no iba peleando, que te ayuda a ir en tu ritmo y dosificando un poco. La carrera, desde que Max ha tenido su problema, ha sido otra carrera.
"Esta victoria llega en un buen momento porque ahora es cuando se está decidiendo dónde corre el año que viene y con quién. Ojalá pueda tener la oportunidad de correr en un equipo que le permita luchar por victorias, porque cambia mucho la película
"Es un mérito. Se ha estado metiendo dos sesiones de cámara hiperbárica todos los días ahí en Madrid, con la Indiba para arriba y para abajo, con el fisio trabajando para estar... Lo ha hecho él. Nosotros lo único que hemos hecho es apoyarle y apoyarle, pero él es quien tiene que girar el volante y acelerar", apuntó.
Tras ser operado con éxito, Sainz fue visto en el Jeddah Corniche Circuit para poder ver de cerca la participación de Ferrari en el Gran Premio de Arabia Saudita. Por otro lado, el joven de 18 años brilló al finalizar séptimo en uno de los circuitos más complicados del calendario.