El español explicó a los medios lo sucedido con el Mercedes al final de la tercera carrera del calendario: "Me estaba concentrando delante de mí y no detrás. Tuve problemas con la batería, que estaba gestionando, y me concentré en los coches de delante, no detrás.
"Vi que el auto estaba dañado y escuché que está bien. En general, no ha sido una carrera fácil en términos de ritmo", señaló.
El español batalló durante todo el fin de semana para tener ritmo y poder pelear con los Red Bull, Mercedes y McLaren. En Australia, un Virtual Safety Car, y la habilidad de Fernando para meterse en el DRS de Checo Pérez, le permitió obtener un gran resultado.
Sin embargo, la FIA decidió sancionar al bicampeón del mundo con 20 segundos en la parrilla y lo mandaron hasta el octavo lugar de la competencia.
El bicampeón del mundo fue sexto, pero en la fase final vio cómo el Mercedes de Russell se hacía más grande ante sus retrovisores. Russell estaba presionando fuerte, pero en la penúltima vuelta las cosas salieron muy mal. Perdió el control en la curva 6 y chocó contra el muro con el W15.
El británico rebotó en la pista y quedó de costado. Russell pudo salir ileso, aunque Alonso estaba unas décimas de segundo por delante del Mercedes y, por tanto, no hubo contacto entre los dos pilotos, aun así tuvo que informar a los comisarios.
Esto pudo estar relacionado con frenar bruscamente deliberadamente delante de otro participante.Lewis Hamilton también acusó a Alonso de lo mismo durante el Gran Premio de Abu Dabi del año pasado, pero el piloto de Aston Martin no fue castigado por los comisarios.