Se ha revelado que los pilotos de Red Bull, tanto Max Verstappen como Checo Pérez, tiene una estricta política de no practicar deportes peligrosos incluida en su contrato.
El holandés tiene el contrato más largo de cualquier otro piloto en la parrilla, y su contrato expirará al final de la temporada 2028 y le pagará un salario anual de 40 millones de libras esterlinas, antes de bonificaciones. Mientras por otro lado, el mexicano tiene un salario base de 10 millones más bonificaciones.
No es de extrañar que con la forma actual de dominio de la escudería, Red Bull querrá mantenerlos en las mejores condiciones en todo momento.
El primero en reconocer esta cláusula fue Verstappen, cuando admitió al hablar con la revista holandesa Formule1, afirmando que le prohíbe participar en "todos los deportes peligrosos", incluido el esquí.
¿Por qué no le gusta la cláusula?
“Sí, dramático por supuesto y triste”, dijo Max a la revista. “Pero por otro lado, también puedes resbalarte en la ducha y romperte el cuello. En todo hay riesgo. Pero respondiendo a tu pregunta, hace cinco años que no esquío por el riesgo de romper o torcer algo con todas las consecuencias que eso conlleva", agregó.
“Y, por supuesto, también sabiendo que aún quedan años en los que tengo grandes posibilidades de volver a ser campeón y ganar carreras. Si piensas en eso, automáticamente corres menos riesgos”, reconoció.
Este tipo de cláusula es muy común entre los jugadores de fútbol, quienes a menudo incluyen en sus contratos que no se les permite esquiar ni participar en ninguna actividad que pueda causar lesiones graves.