Carlos Sainz ha expresado su consternación por la penalización en parrilla que sufrió en el Gran Premio de Las Vegas, situación que atribuyó a circunstancias ajenas tanto a él como a Ferrari.
"Fue un fin de semana desastroso para mí y para el equipo y perdimos una oportunidad tan buena de sumar grandes puntos y luchar por una victoria por la que no había luchado desde Singapur”, dijo a PlanetF1.
“Fue un sentimiento increíblemente frustrante. Nunca me he sentido tan frustrado como un piloto de carreras, ni nunca me he sentido más molesto con el deporte que en Las Vegas.
“Todavía estoy enojado por lo que pasó y afectó a mi campeonato y al campeonato de Ferrari. Pero incluso si pones una protesta nunca la ganas, así que ahí está, la manera La F1 se portó conmigo y con Ferrari, no veo solución al problema.
“Quizás, sin esa rotura, el final de la temporada habría sido diferente, con una actuación diferente en Abu Dhabi. Fue un final desafortunado y no quiero que empañe una buena temporada para mí”, arremetió.
La carrera inaugural en el Strip Circuit de Las Vegas se desarrolló con la primera sesión de entrenamientos detenida abruptamente después de que el Ferrari de Sainz golpeara una tapa de drenaje, causando estragos debajo del auto.
Si bien el daño sufrido no fue de ninguna manera atribuible a Sainz o Ferrari, sus problemas se agravaron cuando la posterior reconstrucción del SF-23 condujo a una penalización de 10 puestos en la parrilla.
A pesar de que los comisarios reconocieron el carácter no culpable del incidente, afirmaron una falta de autoridad para condonar la sanción. Este giro de los acontecimientos dejó a Carlos lidiando con un nivel de frustración que eclipsó cualquier experiencia a lo largo de su carrera.