Carlos Sainz sigue muy molesto porque la dirección de carrera de la FIA lo castigó en el Gran Premio de Las Vegas.
Reconoció que cada vez que piensa en eso entra en cólera. No puede creer que haya sido sancionado por algo que reclama que no fue su culpa.
“Guardo mucho rencor todavía de lo que pasó en Las Vegas, no voy a engañar. Cuando pienso en ello me da mucha rabia. De salir en primera fila y luchar por la victoria, a salir en la zona media de la parrilla y tener que remontar desde atrás hay una diferencia”
“Estoy seguro de que afectó a mi resultado final en el campeonato y al de Ferrari”, aseguró en conferencia de prensa.
El piloto de Ferrari sigue analizando qué podía ser diferente, pero concluye que si no se cambian las normas, entonces no habrá nada que hacer.
“Yo creo que es algo para analizar un poco este invierno, ver si de alguna manera u otra ver se hubiera podido llegar a un acuerdo de otra forma, pero si el reglamento no te deja es difícil”
“Sinceramente, no veo solución al problema, salvo cambiar el reglamento y que se dé más poder a la FIA para tomar ese tipo de decisiones. Ferrari puede luchar y debatir todo lo que quiera, que si un equipo pone una protesta, nunca va a ganar esa protesta porque el reglamento es el reglamento”, insistió.
La sanción a Sainz en Las Vegas
Una tapa de alcantarilla suelta golpeó el coche de Carlos Sainz en la primera sesión de entrenamientos libres. Eso provocó que tuviera que cambiar muchas piezas.
La FIA castigó al español por arreglar su SF-23 con 10 puestos en la parrilla, algo que sigue considerando una completa injusticia.
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