Alpine no quiere aceptar a Christian Horner para ajustar ligeramente la normativa de motores de 2026.
El jefe del equipo Red Bull Racing quería una relación ligeramente diferente entre los componentes eléctricos y el motor de combustión para evitar los llamados 'coches Frankenstein'.
La intención es que a partir de 2026 los propulsores obtengan el cincuenta por ciento de su potencia del motor eléctrico y la otra mitad del motor de combustión. Max Verstappen anunció previamente que tuvo que reducir la marcha en el simulador en la recta de Monza, incluso antes de llegar a la primera curva.
Por lo tanto, fue el pistoletazo de salida para que Horner abordara el problema, pero el jefe del equipo parece encontrar poco apoyo.
'Compartimos las preocupaciones'
El vicepresidente de Alpine, pero también el jefe interino del equipo, Bruno Famin, explica en Motorsport.com explica por qué no está a favor de una distribución diferente.
"Por supuesto, todos compartimos las preocupaciones, también estamos trabajando todos juntos, es decir, la Fórmula 1, la FIA, los fabricantes de motores y los equipos, para elaborar las reglas correctas para el coche en sí", mencionó Famin.
"Cuando se habla de gestión de energía, "Continuaremos trabajando en ello en los próximos meses. No hay prisa en ese sentido", agrega.
'Es inaceptable modificar algo ahora'
En este sentido, Famin se atiene a las primeras normas establecidas. "Todos los fabricantes de motores ya están trabajando duro en este momento. Ya han tomado decisiones importantes para el diseño del motor y también para la tecnología que quieren desarrollar"
"Cambiar ahora las cosas en el reglamento de motores no sería bueno. Es incluso inaceptable, eso está claro", menciona.
Por tanto, el responsable de Alpine señala el acuerdo. "Lo que quiero decir es que las regulaciones sobre motores se elaboraron hace mucho tiempo, el momento de hablar era hace aproximadamente un año y medio".
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