El Gran Premio de Qatar resultó ser la carrera de Fórmula 1 más dura de la temporada. Varios conductores se desmayaron en el centro médico del Circuito Internacional de Lusail.
Comenzó a las 20:00 horas del país asiático, pero las condiciones aún eran extremas. Se registraron casi 40° centígrados de temperatura.
Max Verstappen y Oscar Piastri se recostaron en la sala de recuperacióndelante del podio. El hecho de que hubiera peleas constantes y intensas -porque los pilotos y los equipos tenían que respetar una duración máxima de las llantas- no ayudó mucho.
Caos
Logan Sargeant corrió con síntomas de gripa y no terminó la competencia. Regresó a boxes en la Vuelta 40 y el personal de Williams tuvo que ayudarlo a salir del coche. El estadounidense vomitó mientras corría.
Después de terminar el GP, Esteban Ocon anunció que ya había vomitado en el casco durante el primer stint. Lance Stroll salió de su Aston Martin y se dirigía tambaleándose hacia una ambulancia.
Otro piloto afectado fue Alex Albon, quien terminó en el centro médico después de la prueba.
Fernando Alonso reclamó por radio que su asiento estaba demasiado caliente y que necesitaba que Aston Martin lo ayudara.
Por si eso fuera poco, Charles Leclerc casi se desploma cuando atendía a los medios de comunicacion.
A Yuki Tsunoda le entró arena cuando abrió su visera para tomar aire.
"Se desmayaron"
Lando Norris declaró que varios de los conductores que fueron a atenderse tuvieron problemas más graves.
"Ha sido una carrera dura. Algunos pilotos se han desmayado en el centro médico. Hemos llegado a los límites del cuerpo humano", explicó el británico.
Valtteri Bottas también se quejó de lo vivido en Qatar, reclamando el intenso calor y humedad percibidos.
"El cuerpo simplemente no podía enfriarse. Se sentía como estar en una sauna de la que no se podía salir
´"Ésta ha sido probablemente la carrera más dura que se ha disputado hasta ahora. La humedad era terrible. Muchos otros conductores también dijeron que nunca habían experimentado algo así", contó a Viaplay.