Carlos Sainz reconoció que su tercer lugar en el Gran Premio de Italia estuvo en peligro por el severo desgaste que tuvieron sus llantas al arranque de la carrera.
A pesar de que Ferrari era muy rápido y de que el español consiguió la pole position, hubo serios problemas porque las gomas no rindieron como él esperaba.
“Obviamente estoy muy, muy contento, porque un tercer puesto en Monza, delante de nuestra afición, fue lo mejor que pudimos conseguir. Hice todo lo posible para mantener a los Red Bull detrás, pero al final fueron un poco más rápidos que nosotros y eso esperábamos. Lo di todo, especialmente para mantener a Max detrás de nosotros en el primer stint", explicó en palabras recogidas por OASport.
Poco después todo se puso complicado. Ahí fue donde creyó que su primera tribuna de la temporada estaba en peligro.
"A mitad del primer stint sentí que tenía todo bajo control, pero luego, alrededor de la décima o decimosegunda vuelta, comencé a sentir que el neumático trasero izquierdo cedía.
"Y lo hizo mucho antes de lo que esperaba. Probablemente ese intento casi me cuesta el podio, porque usé los neumáticos más de lo que me hubiera gustado, lo que me hizo muy vulnerable hacia el final de los dos stints que hice", admitió.
Presión
Al final pudo sobreponerse a los rebases de los dos coches de Red Bull y aguantar a su coequipero. Esa fue la clave para que lograra su objetivo.
“ Siempre estuve bajo presión. Primero fue Max quien me atacó, luego vino Checo y luego Charles. Al final conseguí quedarme con el tercer puesto, lo conseguimos, pero fue duro. Fue una carrera muy difícil ”, añadió.